noviembre 27, 2012

CUENTO TUITERO


El primero de la iniciativa de escribir cuentos comunales en twitter, este tuvo continuidad con el hashtag #cuentoTuiteroCompartido pero es probable que después cambie a #LunesCuenteros para poder compartir el cuento los martes por la noche en el programa Ad Libitum Nights en http://adlibitumnights.listen2myradio.com/ 

Estén atentos por si quieren participar la próxima semana.

Este cuento fue escrito por @OBJuz (yo) y el buen Alex Z - @AlexZG1

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Hoy podría ser un día como todos, excepto por ese cosquilleo en mi nuca, esa ansiedad que no extrañaba; siento como si con solo salir de la cama estuviera cometiendo un error.

Se vuelve una agonía levantarse y hay una sensación de desasosiego inmensa ¿Qué hacer primero?

Hoy no puedo apegarme a la rutina, no puedo siquiera preparar el desayuno de siempre, no es un buen día para tener un cuchillo entre mis manos, pienso en dejarlo pero por alguna razón lo meto al portafolios en vez de dejarlo en casa; en ese portafolios que se ha vuelto una cruz que he de cargar día tras día en una monotonía que me abruma.

Es muy temprano para tener estos deseos pero la noche anterior no fue precisamente la mejor, en definitiva, no me bañaré para salir, no estoy para quedar bien con nadie, además, tampoco estoy como para que nadie se me acerque; el trabajo está a 15 minutos en metro pero hoy prefiero caminar, ese mar nauseabundo de gente solo hará esto peor; afortunadamente esta zozobra ni siquiera me dejó dormir bien, tengo tiempo.

Medio muerdo un poco de pan pero la nausea que comenzó ayer no se ha ido, mejor salir finalmente y no prolongar más esto. El aire frío en mi rostro me tranquiliza un poco, me recuerda esos viajes de cacería en el bosque; lástima que no pueda contarle a nadie sobre ellos, aunque quizá debiera, ¿cómo sería la reacción de las personas a quienes contara de mis pequeñas “aventuras”? Ya me imagino sus caras al preguntar “¿Y qué hace una mujer como tú sola en el bosque matando animales?”

Más risa me daría su expresión si contestase “tratando de hacer lo posible por no matarte a vos” - mi afición por usar expresiones como “vos” proviene de mi eterna pasión por Benedetti y Oliverio y mi inexplicable e insana adicción a Astor Piazzolla  - seguro se lo tomarían a juego y está bien, hace más fácil mantener esta mascarada.

Ojala alguno de esos sonidos o versos me diera hoy el consuelo que busco, pero hoy no, hoy mi sangre está intoxicada de deseo, hoy ni una copa de vino acompañada de la voz de Benedetti me calmarían; solo me queda respirar profundo y entrar, pero al pararme en esa puerta de cristal tan odiada me pregunto ¿debería entrar?

¿No será un buen día hoy para mandar todo al diablo? Por un momento recuerdo: el cuchillo está en el portafolios; pero no, debo controlarme, hay demasiada gente en el hospital y la bata blanca no me ayudaría a disimular la sangre.

Finalmente entro, dejo mis cosas y antes de cerrar el locker inexplicablemente saco el cuchillo y lo pongo en la bata.

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