marzo 16, 2010

CONFESIÓN DEL HÉROE

¿Qué derecho tiene el que no lucha a ser salvado?
El mismo que el que lucha o por lo menos pide ayuda,
pero el que lucha o por lo menos pide ayuda
tiene andado ya medio camino.

Estoy cansado.

Cansado de ir por la vida con esta doble personalidad en la que me muestro ante algunos como idiota, frente a otros soy un benefactor y a los ojos de otros soy el más fuerte. Soy todos y soy ninguno, todo eso tengo en mi pero el regular las personalidades según el caso es cansado. Quiero ser normal, ser como todos, que las personalidades surjan solas según la necesidad y no tener que estar fingiendo para proteger a los demás.

Estoy cansado de vivir en este mundo en el que la gente ya no pide ayuda. Yo no nací siendo un héroe, fueron mis aptitudes las que hicieron que la gente me viera así, yo era como todos, solo mostré un poco de mayor disposición a ayudar a los demás; algo raro en este mundo.

Yo no pedí que fuera así, ellos me llamaron héroe, ellos me aclamaron y me llenaron de laureles; finalmente me la creí, me convertí en eso que ellos estaban viendo.

Pero las envidias y los malos sentimientos de la gente me llevaron a actuar diferente, a ser un héroe con unos, un monstruo con otros, después de todo, no hay un héroe sin enemigos y sin su Némesis.

¿Cuál es mi Némesis? La vida.

Y no, no me refiero a que me dedique a matar personas; mi trabajo es ayudarlas a soportarla, a superar los obstáculos, a conseguir compañía, a encontrar la paz; en fin, ayudar a la gente a ser feliz.

Pero estoy cansado y frustrado.

¿Saben cuánta gente busca la felicidad hoy en día? Y me refiero a la verdadera felicidad y no a solo momentos efímeros.

Bastantes. Mucha gente quiere ser feliz.

¿Saben cuanta gente está dispuesta a serlo cuando saben lo que conlleva?

Menos de la mitad de los que quieren ser felices y ya no decir los que están dispuesto a hacer lo necesario. A fin de cuentas, son pocos los que quieren alcanzar la felicidad verdadera y luchan por lograrlo.

Un héroe que lucha por la felicidad de los demás está bastante limitado en este caso. Soy una nueva especie de héroe, uno que no espera el llamado sino que va y lo busca, anda en las calles buscando a quien ayudar. Gran error.

No se puede ir por ahí buscando clientes para la felicidad. Llegan los que la buscan y se quedan los que luchan; como dije, no fui yo quien empezó con lo del término de héroe, ellos me llamaron así, soy más bien un apoyo, no tengo el poder de la felicidad ni nada, solo puedo ver las cosas diferente a ellos y ayudarlos a entender, ese es mi verdadero poder.

Tengo un poder que fue de utilidad a las personas, ahora, solo me llena de frustración.

Todos tienen lo necesario para ser felices y solo basta darse cuenta de eso para serlo, no me necesitan en la mayoría de los casos y las personas que uno trata de ayudar, a las que uno ofrece su ayuda para ver el camino por lo regular solo ven las piedras.

Por eso hoy confieso que estoy cansado de ser un héroe y estoy frustrado porque soy un pésimo como tal; por eso renuncio al cargo.

Ya no quiero ser un Héroe, ya no quiero buscar clientes para la felicidad,  que los busque ella.

¿Qué haré de mi vida ahora?

Lo que todos, seguir mi camino; ser feliz, olvidarme del disfraz de héroe y ser quien soy, con todas las personalidades mezcladas en una, ser espontáneo, ser impredecible, ser quien quiera ser y no lo que los demás quieran que sea.

No más héroe. Amigo si quieren, confidente, cómplice, mano derecha, o izquierda; puedo ser muchas cosas, pero héroe nunca más.

1 comentario:

  1. Hermano, eres un héroe con el simple hecho de ser tu... Y déjame decirte que no eres normal por que no puedes serlo!! no lo somos no somos como los demas, y si, suena ególatra, pero somos mejores :)
    Y en lo personal hermano, me da gusto que hayas renunciado al cargo, lamentablemente los humanos no han hecho mucho para merecer algo de ayuda
    TE QUIERO

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